La redacción es un proceso de construcción que consiste en plasmar por escrito pensamientos e ideas cohesionadas. Se redacta para establecer comunicación con un interpretante conocido o desconocido bajo condiciones intemporales con posibilidad de permanencia. El fin último de la redacción es lograr la comprensión del lector.
Como expone el autor
Alfredo Salazar Duque en su ensayo “La redacción: concepto, características,
sus fases”, las etapas para el proceso de construcción de ideas y pensamientos
constan de principio, medio y fin. En materia de redacción, se divide este
proceso en 3 fases o momentos:
1.1. Planeación o pre-escritura
De la misma forma en
que se revisan las fuentes de información para hacer un planteamiento de un
problema de investigación, al redactar un texto se debe iniciar leyendo el
material que proporciona la información a desarrollar. Se debe subrayar lo que
más nos llama la atención del material revisado, seguido de la elaboración de
fichas de trabajo para ordenar y clasificar el material con rigor científico,
obteniendo entonces una síntesis de los textos.
Por último, se elaborará un árbol de ideas o árbol de problemas (este consiste en colocar las causas como raíces y las consecuencias como ramas del tema central), para enumerar o jerarquizar la información como se plasmará en el escrito. Se obtiene entonces un esquema o índice preliminar.
1.2. Escritura o redacción del escrito
Tras realizar el esquema o índice, se procede a la redacción del texto. Sucesivamente, se debe dar a conocer los pasos de la exposición, enumerados a continuación:
1.2.1. La introducción
En esta parte se
plasma el planteamiento del problema de escritura, es decir, del tema que se
abordará. Si es un proyecto de investigación, se redacta en futuro; si se trata
de un informe de investigación, en pretérito, pues es el producto final de la
misma. Se considera la introducción como una promesa, que busca seducir al
lector para que lea el resto del escrito. En esta parte, se responden cuatro
interrogantes fundamentales:
1. ¿Qué voy a investigar? Explicar el problema, tema, objeto de estudio.
2. ¿Por qué me interesa investigar este problema? En otras palabras, se trata de la justificación del estudio o escrito. Incluye los antecedentes y datos para contextualizar el problema.
3. ¿Para qué voy a estudiar este problema? Respondiendo esta pregunta, se explica al lector los objetivos de la investigación o escrito. Debe tener concordancia con la pregunta anterior (justificación).
4. ¿Cómo voy a estudiar o a presentar el problema? Metodológicamente, es el asunto central de la introducción. Se indicará el enfoque teórico metodológico de la investigación o escrito, estableciendo los puntos de partida para guiar la discusión. Se agrega también un párrafo para explicar los instrumentos, herramientas o recursos de investigación utilizados o que se utilizarán. Por último, se hace una breve referencia a los capítulos centrales del texto, para guiar al lector.
1.2.2. Cuerpo, nudo o contenido
Se trata del
desarrollo de los temas establecidos en el árbol de ideas. En base a la
extensión, se establecerán partes, capítulos o párrafos para dar la forma
final. En términos sencillos, se debe tener en mente que una idea, es un
párrafo. Cada apartado del escrito debe presentar la idea central, seguido de
explicaciones y ampliaciones, terminando con una conclusión.
1.2.3. Conclusiones
Se trata del producto
final de las tesis, ideas y pensamientos probados o negados en el desarrollo
del texto. Aquí se presenta al lector, sistemáticamente, los resultados de la
investigación o escrito.
1.3. Revisión o pos-escritura
Como su nombre lo
indica, es la revisión final del texto que se elaboró. Aunque durante el
desarrollo del escrito se detectan algunos errores, no es necesario retornar
con cada uno de ellos para corregirlo. Se pueden anotar para su revisión
posterior, debido a que, al releer la obra, se descubrirá muchos más defectos
que antes. Es recomendable esperar un tiempo prudencial entre la terminación
del trabajo y su revisión; un lapso de 24 horas es aconsejable, si no existe
premura.
Se debe iniciar con la revisión del cuerpo de trabajo, seguido de las conclusiones e introducción, dado que estos últimos constituyen la estructura global de la obra. Cuando sea necesario, se solicitará a un experto en el tema la revisión final del escrito.
2. Características de una buena redacción
La redacción de un
texto debe cumplir con algunas condiciones para que logre captar la atención
del lector y que este pueda sumergirse en la lectura. Existen muchas
recomendaciones para conseguir el objetivo deseado. Algunas de las
características más importantes son:
a. Claridad
Es una de las más importantes. La forma de redacción del texto debe entenderse sin dificultad por el público al que se dirige. Si el público objetivo abarca diferentes ramas del conocimiento, es importante ser claro y transparente en la redacción; si el lector tiene la necesidad de releer el texto una o varias veces, evidencia oscuridad o rareza en la transmisión del mensaje. Si el escrito es para un grupo selecto o trata alguna materia más específica, es importante el uso de términos técnicos propios del tema o ciencia, evitando usar palabras rebuscadas.
b. Concisión
Se debe evitar lo
superfluo, la verborrea, la redundancia y el titubeo. Ser conciso significa
decir más con menos y evitar palabras innecesarias. Esto no implica que el
escrito no pueda ser extenso, sino que todo lo escrito debe tener sentido y
expresar ideas claras, evitando los adornos y redundancias para generar mayor
cuerpo de texto.
c. Cohesión
Consiste en unir las
oraciones que componen el texto, de tal forma que exista continuidad en lo que
se desea transmitir. La cohesión se refiere a los mecanismos sintácticos y
semánticos utilizados para la redacción de un texto, formando una red compleja
de relaciones. Si no existe esta última, la lectura del documento se ve
interrumpida y se pierde la inmersión del lector en el mismo.
d. Coherencia
La redacción del texto
debe estar estructurada de forma que tenga sentido, en función de lo que se
está desarrollando y de los objetivos que se desea lograr. Requiere la
colaboración de elementos que son el hilo que enlaza las partes de lo que se
escribe, como el ambiente, tema, etc.
e. Corrección
Esta característica
consiste en el uso correcto del idioma, respetando las normas para su adecuada
escritura. Si no se logra, se cometen errores ortográficos y gramaticales,
ocasionando que el documento pierda formalidad.
f. Propiedad
La propiedad persigue que las palabras utilizadas expresen justamente lo que se desea transmitir. Debe tener más énfasis entre más especializado sea el tema del texto, pues en este caso se utiliza un lenguaje más técnico y específico. Se recomienda el uso de diccionarios propios del tema de interés y diccionarios como el de la Real Academia Española.
3. Técnicas básicas de la redacción
En su documento Características de la redacción, la Licda. Marta Lidia Marroquín, expone las seis técnicas básicas de redacción.
3.1. Descripción
Consiste en pintar con
palabras, en caracterizar, en decir cómo es algo o alguien. Debe ser fiel,
completa y concisa.
3.2. Narración
Consiste en decir cómo
sucedió algo, en contar, en relatar. Sus características principales: debe ser
dinámica, atractiva, concreta.
3.3.
Exposición
Consiste en
desarrollar una idea o un conjunto de ideas, con el objetivo básico de
informar, opinar, criticar, comentar, definir, explicar, interpretar. Debe ser
objetiva y exacta.
3.4. Argumentación
Se distingue de la
exposición porque tiene, como objetivo básico, demostrar, comprobar y
convencer. Además de ser objetiva y exacta, debe aportar pruebas convincentes
de lo que afirma o niega.
3.5. Diálogo
Consiste en reproducir
por escrito la conversación, la entrevista, el interrogatorio. Debe ser
natural, ágil, significativo.
3.6. Resumen
Consiste en reducir a
lo esencial el contenido de un texto, una conferencia, etcétera, utilizando el
mínimo de palabras. Debe ser coherente, muy breve, preciso. Incorporación de
vocablos.
De igual forma, la Normas APA establecen los criterios de estética y del uso adecuado de las citas bibliográficas dentro del contenido del texto. Por tanto, las Normas APA juegan un papel importante en la redacción del Informe Final de la Investigación Documental.